Cada vez que
escuchamos la palabra ego, le otorgamos un significado negativo, pero tenemos
que aprender que el EGO no es el problema, somos nosotros que no sabemos
separar, el ego, bueno del malo, es ahí donde perdemos la
humildad y nos apoderaos de una soberbia manipulada por nuestro Ego.
El
ego, es parte nuestra desde que nacemos, va evolucionando durante nuestra niñez
y adolescencia, durante esa etapa de la vida es donde le otorgamos poder y
personalidad propia, por este motivo debemos aprender a utilizar nuestro ego de
una manera positiva y no permitir que se apodere de nuestro yo interior.
EGO,
EN LATÍN SIGNIFICA YO
La
psicóloga explica que el ego, es uno de los principales componentes de la
personalidad, que permite conocer cuáles son las necesidades a satisfacer. Tener la capacidad de utilizar el EGO
positivamente, es una tarea muy difícil ya que ambos egos caminan unidos de la
mano (positivo y negativo) lo importante es reconocer cuál de los dos caminos
debemos transitar. El “yo” o “ego” busca satisfacer sus propias necesidades y
motivaciones, perdiendo de vista las de nuestro entorno familiar, laborar, etc.
normalmente terminamos dañado nuestras relaciones familiares de amistades y
laborales.
El
problema comienza durante nuestra formación, desde pequeños nos enseñan que
debemos cumplir nuestros sueños y metas al cualquier precio, al punto que se vuelve objeto de deseo, donde
no importa el daño o sufrimiento que causemos mientas YO cumpla mi objetivo, es
en ese instante cuando estamos manipulados por el EGO y solo nos centramos en
nosotros mismos.
Aunque
vivir sin ego también sería perjudicial, ya que cuando lo utilizamos de la
forma correcta, da potencia a nuestra identidad, nos moviliza para seguir
avanzando, y lograr ser mejores, ayuda a organizar y lograr nuestras metas y
por sobre todo nos enseña humildad.
En
palabras de Sigmund Freud...
Tenemos
que aprender a identificar los egos que son dañinos para nosotros.
Ego
SABIHONDO: Es aquel que siempre cree tener la razón,
le gusta dar consejos, sobre todo, siempre contesta, aunque no esté en lo
correcto y cree tener respuesta para todo, no se puede quedar callado.
Ego AMBICIOSO
DE ATENCIÓN: Es el “centro de mesa”, no le gusta pasar
desapercibido, hace cualquier cosa para llamar la atención.
Ego INTERRUPTOR: Su
necesidad de autor referencia es tan fuerte que interrumpe permanentemente,
nunca deja que los otros terminen de hablar.
Ego PEREZOSO: Es
aquel, que es flojo y pobre de motivación, abusa de los demás, sacado el mayor
provecho sin hacer algún esfuerzo.
Ego ENVIDIOSO: Es el
que no soporta los triunfos y éxitos de otros.
Ego GLORIOSO: Es el
que busca aplausos, reconocimiento y admiración en todo lo que hace. Siempre
quiere ser el mejor
Ego LADRÓN: Se
apodera de lo que dicen otros. Se aprovecha del trabajo de los demás para su
propio beneficio, siempre quiere apoderarse del éxito y la vida de los demás.
Ego SORDO: Nunca
escucha, le gusta hablar sólo a él, habitualmente finge escuchar.
Ego MANIPULADOR: Es
aquel que constantemente engaña, miente, perjudica y se justifica para que todo
resulte a su favor.
Ego ORGULLOSO: Es
aquel es competitivo, destructivo, peleador, que odia perder, aunque no tenga
la razón.
Ego SILENCIOSO: Es
aquel que calladamente daña hablando indirectamente y siempre ve los defectos
de los demás, es criticón, hipócrita y enjuiciador.
Tenemos
que aprender a utilizar nuestro ego en forma positiva, sin dañar a los demás,
la idea es que nuestro EGO nos ayude a progresar en la vida de la forma
correcta.
Lo
principal es saber quiénes somos y que queremos en la vida, y para lograr
nuestras metas debemos enfocarnos en nuestras actitudes y capacidades, cuando
ya tengamos claro nuestro punto final, debemos utilizar nuestro EGO en conjunto
con nuestras virtudes y con HUMILDAD.
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